Aquí nos encontramos otra vez en Tanatorio culinario. No, esta vez no hemos sido nosotras las autoras de ningún desastre culinario; sino que he tenido la ocasión de asistir al desastre hecho decoración en dos restaurantes rumanos.
Para quien no lo sepa, servidora lleva viviendo tres años en Rumanía. La verdad es que aquí la comida está muy buena, tienen muchísimas sopas y carnaza, aunque pecan de exceso de cantidades y, como veréis, en ocasiones andan anclados en los ochenta (los ochenta españoles, claro).
Si algo hemos aprendido viendo Masterchef y Top Chef es que "si no se come o aporta algo en el plato, no se pone"; sin embargo, aquí no ha llegado a algunos restaurantes rumanos. Por favor, pasen y vean los siguientes tres platos:
En este primer documento gráfico nos encontramos con una lasaña decorada por cuatro trozos malpuestos de pimiento crudo. ¿Para qué quiero yo pimiento crudo?
Aquí nos encontramos con una pechuga con abundantísima salsa de champiñones y patatas. Pero, ¿qué ven mis ojos? Una rodaja de limón con un trozo de pimiento a modo decorativo. ¿Qué narices tiene el chef en la cabeza? ¿Limón y pimiento?
Por último, asistimos a la sofisticación de la decoración anterior. Estamos ante un plato de ternera con salsa de pimienta verde (¿hay carne debajo de la cantidad de salsuca?) y patatas fritas. Sorprendentemente, los mismos ingredientes ornamentales: limón y pimiento. Oye, pero aquí no han puesto una rodaja de limón y "chimpún"; han hecho un librito o flor con el limón y le han insertado tres tiras de pimiento crudo. ¡Se lo han currado de verdad!
En conclusión, podemos observar que el limón y el pimiento crudo son la decoración estrella. ¿Por qué? No lo sabemos, no lo entendemos, pero seguiremos en busca de más documentos gráficos que ilustren este despropósito culinario.
P.D. Siento comunicaros que no tengo foto de un plato de patatas fritas que decoraron con una rodaja de naranja. True story.
El ultimo parece una cacota!! :P
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