El flan de la yaya

El flan de huevo es/fue nuestro Everest. Estamos cansadas de oír que uno de los postres más sencillos es el flan de huevo, sin embargo dicha afirmación es incorrecta, por lo menos para nosotras. Ambas intentamos hacer flanes de huevo por separado y el resultado fue catastrófico (véase la sección "Tanatorio culinario"): a una no se le cuajaba, a la otra le salía un mazacote con una textura horrible y además le faltaba siempre azúcar. Otra dificultad para ambas es hacer caramelo: ¿por qué se me pega y se queda más duro que una piedra? ¿la garantía de la batería de cocina incluirá accidentes con el caramelo? ¿por qué lleva tres horas al fuego y no se tuesta? ¿por qué lo tengo tres minutos y ya está negro y pegado? ¿cuántos cazos tengo que estropear hasta conseguir un caramelo comestible?

Ante las dificultades, decidimos aunar esfuerzos y crear el flan de huevo perfecto (para nosotras era suficiente con que fuera comestible y estuviera medianamente bueno). Así que recurrimos a la sabiduría de antaño: preguntar a la abuela (a la yaya) y que nos diera su receta de flan para intentar emularlo. Y nos pusimos a ello.

❀ RECETA DE FLAN DE HUEVO DE LA YAYA ❀

-Ingredientes (3-4 personas)::

• 3 huevos
• ½ litro de leche entera
• 1 corteza de limón
• ½ rama de canela
• Azúcar (2 cucharadas por huevo)
  
  

-Pasos (parecen fáciles, pero…):

1. Batir los huevos, la corteza y la canela
2. Incorporar la leche
3. Remover, añadir el azúcar y apartar
4. Deshacer el azúcar para formar caramelo
5. Introducir el caramelo en el molde (si no has hecho el caramelo directamente en el molde) y después añadir la mezcla realizada anteriormente
6. Poner el molde al baño maría durante 15-20 minutos

-Dificultades sufridas:

• La duda: ¿la leche se infusiona con el limón y la canela o no? (Duda resuelta a posteriori: la yaya dice que no es necesario, que ella no lo hace, así que nosotras tampoco).
• El flan eterno o por qué después de hora y media el palillo seguía saliendo sucio.
• La cruzada del caramelo.

-Veredicto:

• Para nosotras, un 10: después de sudor, esfuerzo y obstáculos salió bueno y más que comestible.
• Para los comensales, un 7-8: Chicote ha hecho mucho daño y se ponen exigentes.