Esta es una de esas recetas súper sencillas que lo mismo sirve de merienda (a mí me ha sacado más de una vez de un apuro con visitas inesperadas que se presentan a media tarde), de desayuno (ñam, ñam, ¡con acompañamientos como este hasta apetece levantarse temprano!) o como de postre (acompañado de un buen helado de vainilla, chocolate o nata, está de rechupete).
Una de las ventajas de este bizcocho es que está hecho con ingredientes que todos tenemos en casa. Me dan rabia esas recetas que te piden limaduras de patata de Madagascar y carne de unicornio rosa. ¡Paso más tiempo buscando los ingredientes que en la cocina! pero seguro que tenéis todo esto en vuestra nevera:
- Un yogurt (bien natural o de limón. Si no teneis yogurt se puede sustituir por leche)
- Una medida con el vasito del yogurt de aceite (mejor de girasol para que no le robe el sabor)
- Un vaso de harina
- 1 sobre de Levadura
- 2/3 de vaso de azúcar
- 2 huevos
Tamizamos la harina con la levadura y lo dejamos en un bol. Con un sobre de levadura el bizcocho sube perfectamente. Yo tengo por
costumbre usar 1/2 sobre de levadura y 1/2 de gaseosa y así evito que
suba demasiado y se me rompa por arriba. Con la mezcla el bizcocho se
queda llanito pero muy esponjoso.
PASO 2: Los líquidos
Por otro lado mezclamos los huevos, el azúcar, el aceite y el yogurt bien a mano (cuidando que el axúcar se integre del todo) o bien con la batidora. Una vez tenemos un batido de color melocotón y con espumita por encima se lo añadimos a la harina.
En este punto podemos añadirle por ejemplo almendra (con almendra molida está riquísimo y con trocitos más grandes también) o chocolate ( con chips de chocolate es una merienda de lujo. Y si lo queréis como postre podéis hacerle directamente una cobertura cuando lo saquéis del horno).
PASO 3. Ponerlo en un molde adecuado
Para los bizcochos venden unos moldes metálicos específicos, pero yo prefiero los de silicona ya que ni se pegan ni necesitan ser engrasados. Vertemos la mezcla en nuestro molde y...
PASO 4: ¡Al horno!
... lo metemos en una de las bandejas inferiores del horno a 180º durante unos 30 minutos. Ya sabéis que cada horno es un mundo así que si os animáis a prepararlo comprobad que está hecho por dentro con la técnica del palillo (lo pincháis y si sale sucio se deja un ratillo más, de lo contrario, está listo).
PASO 5: ¡Comérselo!
Y nos comentaréis qué os parece ;)